Ya hace tiempo que empecé a reflexionar sobre las criaturas
artificiales, cuando los hijos de metal y la flama comenzaron con sus
innovaciones, los grandes golems que ahora conocemos como sintéticos eran los
únicos que rondaban por la tierra, esos grandes gigantes metálicos solucionaron
la escases de empleados para construcciones y de los grandes guardias para
mejorar la seguridad de las ciudades, al ser manejados por un piloto
especializado era muy raro que causasen problemas, ya que los ingenieros que
los construían eran muy hábiles para detenerlos, hasta que uno de los grandes
magos caóticos dio un pazo mayor al lograr conjuntar sus artes arcanas con los
avances de la tecnología, en verdad, había que reconocer que el gran genio de
Drevni Uznemir era de admirar, era muy respetado dentro de varias sociedades de
la facción de las sombras, pero como era de esperarse, su ambición empezó a
crecer al ver el gran potencial de los seres creados para ayudar a la sociedad,
y comenzó a experimentar con algunos que varios ingenieros decidieron
proporcionarle, así pues, trato de introducir de alguna manera suficiente magia
como para que el metal fuera imbuido con estas raras propiedades elementales
que solo pocos letrados en la magia comprenden, y al parecer, después de muchos
intentos, y remodelaciones, creo a un golem, poco más alto que un humano
normal, corpulento como un enano al cual pudo imbuir con magia concentrada en
una gema elemental, que es como se les conoce hoy en día, así sus sintéticos fueron
conocidos como semi-organicos, maquinas con gran poder mágico infundido en
ellas, las cuales utilizo para tratar de deshacerse de la facción que los que
son como el consideran enemiga, y así comenzó una batalla horrenda, grandes
sabios caían gracias a las salvajes maquinas semi-organicas de Uznemir, y
aunque varios guerreros eran capaces de hacerles frente, no fue hasta que un
humilde servidor intervino en este ardid de sombras…
No es presunción mía el decirlo, me costó mucho trabajo el descifrar como si quiera es que ese desquiciado logro condensar la magia de tal manera que pudo crear las gemas, ahora, es sabido que los grandes maestros de las artes arcanas son capaces de crear, con mucho esfuerzo y práctica, una gema altamente condensada con una presión determinada para cada elemento, sabiendo esto, fuimos capaces de atacar sus núcleos y así desestabilizar sus mecanismos lo suficiente como para detenerlos…
De eso ya hace mucho tiempo, yo aún era un joven cuando logre tal proeza, la cual me gano la atención de mi actual amo, y muchos años después, cuando era ya un adulto y un sabio respetado, el vino por mí, para convertirme en su aprendiz, y durante el viaje, el me mostro un efecto inesperado del descubrimiento de Uznemir… Los golems que no pudieron ser removidos, varios de ellos fueron dejados como reliquias de tiempos de guerra, recordatorios de la destrucción que las especies de la tierra son capaces de ocasionar, pero estos eran muy diferentes, estos se movían por si mismos y estaban llenos de vida, por llamarlo de alguna manera… Ellos, así como me lo explico mi maestro, gracias a sus núcleos desestabilizados y a los años de estar en contacto con diferentes elementos y materiales, varios habían logrado absorber la vida de sus diferentes ambientes, sin llegar a dañarlos, logre ver golems de tierra y madera caminar por vastos bosques, navegar por extensos lagos y reconstruir montañas…
Estos nuevos seres se trasformaron en golems orgánicos, con esqueletos mecánicos, aunque con inteligencia, vida propia y control sobre sí mismos, tratando de vivir por su cuenta. Quizá sean una gran amenaza n el futuro, eso ni mi maestro lo sabe, pero todo depende de los giros que den las grandes fuerzas de la tierra de ahora en adelante.
No es presunción mía el decirlo, me costó mucho trabajo el descifrar como si quiera es que ese desquiciado logro condensar la magia de tal manera que pudo crear las gemas, ahora, es sabido que los grandes maestros de las artes arcanas son capaces de crear, con mucho esfuerzo y práctica, una gema altamente condensada con una presión determinada para cada elemento, sabiendo esto, fuimos capaces de atacar sus núcleos y así desestabilizar sus mecanismos lo suficiente como para detenerlos…
De eso ya hace mucho tiempo, yo aún era un joven cuando logre tal proeza, la cual me gano la atención de mi actual amo, y muchos años después, cuando era ya un adulto y un sabio respetado, el vino por mí, para convertirme en su aprendiz, y durante el viaje, el me mostro un efecto inesperado del descubrimiento de Uznemir… Los golems que no pudieron ser removidos, varios de ellos fueron dejados como reliquias de tiempos de guerra, recordatorios de la destrucción que las especies de la tierra son capaces de ocasionar, pero estos eran muy diferentes, estos se movían por si mismos y estaban llenos de vida, por llamarlo de alguna manera… Ellos, así como me lo explico mi maestro, gracias a sus núcleos desestabilizados y a los años de estar en contacto con diferentes elementos y materiales, varios habían logrado absorber la vida de sus diferentes ambientes, sin llegar a dañarlos, logre ver golems de tierra y madera caminar por vastos bosques, navegar por extensos lagos y reconstruir montañas…
Estos nuevos seres se trasformaron en golems orgánicos, con esqueletos mecánicos, aunque con inteligencia, vida propia y control sobre sí mismos, tratando de vivir por su cuenta. Quizá sean una gran amenaza n el futuro, eso ni mi maestro lo sabe, pero todo depende de los giros que den las grandes fuerzas de la tierra de ahora en adelante.
Edmund Lemman